Un viaje que yo nunca me olvidaré es cuando mi grupo de juventud pasó un viaje de misión a Louisiana exactamente un año después de cuando había pasado el huracán Katrina. Habían por lo menos 65 estudiantes de la preparatoria y 7 líderes adultos. Nos pusimos en tres grupos. Subimos en un autobús turístico y nos quedamos por una semana. Nosotros pintamos una escuela, arreglamos el techo de una casa y nosotros sacamos todo el interior dos casas para poder componerlas. En la escuela nosotros pintamos de nuevo unas paredes de un color roso realmente feo. Pintamos a paredes con un color melocotón que hicieron que el pasillo pareciera más grande. En la casa de la que ellos arreglaron el techo, algunas de las personas que fueron asignadas allí estaban trabajado en el techo y el resto de las personas trabajaron a sacar todas las pertenencias personales de la casa y también quitando y sacando de la casa todo un muro sin cemento. El tercer grupo hizo la misma cosa en la segunda casa pero ellos no tuvieron que arreglar el techo. Trabajamos por la mañana y hasta la tarde temprana. Entonces nosotros volvimos a la iglesia para bañarse y descansar. Entonces salimos y vimos el pueblo y nosotros visitamos a personas que vivían en casas de remolque mientras ellos trabajaron en sus casas.